27.3.17

La poesía social.

Esta semana he decidido seguir la línea de la anterior y comentar algo que me gusta, la poesía. Este es un tipo de literatura que me llama la atención desde pequeña y para adaptarla al blog he decidido informarme un poco más sobre la poesía social y tras ello comentar una poesía de Miguel Hernández, ya que este 28 de marzo se celebra el 75 aniversario de su muerte, "El niño yuntero". 

La poesía social encierra protestas, llantos y pequeñas revoluciones en cada uno de sus versos, los cuales buscan un final mejor e intentan llegar a la libertad y a la felicidad mediante las palabras. Este arte fue iniciado hacia los años 50 y uno de sus pioneros es el citado autor Miguel Hernández; en los últimos años ha seguido floreciendo entre los más jóvenes, siendo el tipo de poesía más utilizado y que más atrae a los amantes de la lírica en la actualidad. 

Para hacer esta entrada más dinámica he decidido adjuntar un video, además de que copiando el poema quizás habría sido más pesada a la hora de leerlo. En este video un hombre recita el poema "El niño yuntero" que yo procederé a comentar y a intentar relacionar con temas actuales que sobrepasan nuestras fronteras, pero tenemos todos presentes en el día a día. 


En el año que este poema fue escrito se vivía en nuestro país la Guerra Civil Española, junto a todos sus desencadenantes. El poeta Miguel Hernández fue encarcelado y condenado a muerte, y con este poema hace referencia a todos los niños que desde que nacían estaban de una manera metafórica (en un principio) condenados a muerte como él, con trabajos constantes y situaciones de desigualdad. Miguel Hernández hace entonces una crítica a la situación española del momento que le duele vivir y le duele que los más pequeños tengan que vivirla solo por haber nacido en el seno de una familia desfavorecida.

Actualmente en nuestro país damos gracias por haber superado este calvario, pero tenemos que tener en cuenta que en muchos países hay niños que nacen para morir, para trabajar y para sudar sangre cada día (luchando en las guerras, mediante la explotación sexual, en el trabajo en el campo y con animales, en las minas, en la fabricación de productos de marcas conocidas...). En mi opinión, tenemos que luchar porque salgan de esta situación que tanto me apena; nadie tiene derecho a nacer esclavo, nadie tiene derecho a no disfrutar de su infancia. Y si nuestros pequeños tienen juguetes, sueños que vivir y metas que lograr, ¿por qué no pueden ellos?. Siempre me han dicho que granito a granito se crean montañas, ¿pero por qué no acabamos con la montaña que nos separa de ellos?

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